miércoles, 15 de diciembre de 2010

Las cuentas del General

Francisco Cuamea

Texto publicado por el semanario Ríodoce el lunes 13 de diciembre de 2010


CULIACÁN, Sinaloa._ Amanecía en la capital de Durango. Eran las 6:00 horas del 17 de diciembre de 2008. La pareja y sus dos hijos aún dormían en casa de la abuela de ella en la colonia Jardines de Durango.

Ella escuchó ruidos y despertó a su esposo. Temiendo que se tratara de un ladrón, tomó una escopeta que estaba en la habitación mientras que la mujer buscaba ropa para vestirse.

Al abrir la puerta, el padre de familia no se encontró con ningún ladrón, sino que halló en el interior de la casa a cerca de 30 militares con pasamontañas y armados.

La reacción de los soldados fue dispararle. Cayó al suelo. Ella, al momento que escuchó el disparo, vio a su cónyuge que yacía en el piso.

“Ya te mocharon la mano”, le gritó.

En efecto, debido a la gravedad de la lesión que presentaba, a la víctima le amputaron el brazo derecho en el Hospital General de Durango donde fue trasladado por los mismos militares que lo hirieron.

Estos relatos y hechos se desprenden de la recomendación 74/2010 que la Comisión Nacional de Derechos Humanos dirigió a Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, apenas el pasado 30 de noviembre, un día antes de que el general Moisés Melo García, quien era el responsable de la plaza de Durango cuando estos hechos ocurrieron, asumiera la comandancia de la Novena Zona Militar.

“El 17 de diciembre de 2008, en la ciudad de Durango, Durango, elementos del Ejército Mexicano, sin contar con orden expedida por autoridad competente, ingresaron al domicilio de V1 e hicieron uso de sus armas de fuego, ocasión en que resultó herido V2, sin que los militares le proporcionaran de manera inmediata atención y cuidados médicos, ya que antes de trasladarlo al Hospital General de esa ciudad, interrogaron a su familia y llevaron a cabo una revisión de todo el inmueble. Debido a la gravedad de la lesión que presentaba V2, le amputaron el brazo derecho en el referido nosocomio”, asienta la recomendación que puede consultarse en http://www.cndh.org.mx/recomen/2010/074.pdf.

“Del análisis lógico jurídico realizado al conjunto de evidencias que integran el expediente CNDH/2/2009/77/Q, esta Comisión Nacional observó violaciones a los derechos humanos a la legalidad y la seguridad jurídica, a la integridad y seguridad personal y al trato digno, consistentes en introducirse en un domicilio sin mostrar la orden de cateo, ejercicio indebido de la función pública, uso arbitrario de la fuerza pública, tratos crueles e inhumanos; actos que derivaron en una omisión de auxilio, alteración de la escena de los hechos, detención arbitraria e imputación indebida de hechos”.

Esta recomendación es una de las cuatro que la CNDH emitió por distintos atropellos a los derechos humanos que ocurrieron en Durango durante 2008, prácticamente el primero de los dos años y ochos meses de Melo García en la Décima Zona Militar.

Violaciones como detenciones arbitrarias, retención ilegal, incomunicación y tortura, constan en las recomendaciones 49/2010, 31/2009 y 13/2009.

270 quejas en la CEDH de Durango

A su paso por Durango, el comando del general Moisés Melo García, quien ahora es el nuevo comandante de la Novena Zona Militar, en Culiacán, dejó una estela de quejas por violación a los derechos humanos.

El general de Brigada Diplomado de Estado Mayor acumuló un registro de 270 quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, al menos, cuatro recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, entre diciembre de 2007 y agosto de 2010, periodo en el que estuvo al frente de la Décima Zona Militar de aquella entidad.

A decir de Carlos García Carranza, ombudsman duranguense, el jefe militar con más de 40 años de carrera ininterrumpida, siempre mostró disposición para resolver por conciliación la mayoría de los casos a nivel local y resarcir los daños cuando así se lo pidió la CNDH.

De acuerdo con los registros de la CEDH de Durango, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional sumaron 50 quejas en 2008, 140 en 2009 y 80 en lo que va de este año.

Algunas de las principales quejas de ciudadanos contra la Sedena fueron por detenciones arbitrarias, allanamiento de morada, lesiones e incumplir con alguna de las formalidades para la emisión de la orden de cateo o durante la ejecución de este, así como para las visitas domiciliarias.

En los mismos informes consta que, en 2007, el Ejército ocupaba apenas el lugar 20 de un total de 21 instituciones públicas con quejas en su contra, pero para 2009 y 2010 dio el salto y estuvo compitiendo por los tres primeros lugares junto a la Policía Municipal de Durango y la Agencia Estatal de Investigación, ahora llamada División Investigadora de la Policía Estatal.

Mantuvo la delantera en ocho meses distintos de ese par de años, según se desprende de los registros mensuales de la CEDH de Durango.

La tercera parte de los 24 meses que sumaron 2009 y 2010.

Los contrastes

Corría junio de 2000 cuando el entonces coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor, Moisés Melo García, recibió un comunicado: era su aceptación como legionario.

Desde entonces se integró a la Legión de Honor Mexicana, institución creada en 1949 por el presidente Miguel Alemán para, entre otros asuntos, mantener el conocimiento y tradición de servicio.

Las 270 quejas por violación a los derechos humanos durante el comando de Melo García en Durango contrastan con sus obligaciones como legionario, establecidas en el Código Moral de la Legión de Honor Mexicana.

“Defenderás los Derechos Humanos, la vida, la libertad y la propiedad; derechos, que junto con la justicia, son esenciales para todos, sin limitación de sexo, raza, religión o creencias”, establece el punto cinco del código (http://www.sedena.gob.mx/index.php/codigo-moral).

No obstante, Carlos García Carranza, presidente de la CEDH de Durango, explicó vía telefónica a Ríodoce que el general tenía una explicación para las constantes quejas por atropellos por parte de militares.

El ombudsman recordó que el jefe militar atribuyó los abusos de poder a un grupo especial del Ejército destacamentado en la zona serrana colindante con Sinaloa, pero que aun así, asumía disponibilidad para arreglar la mayoría de las quejas mediante la conciliación, según se los permite la legislación estatal.

“Él, lo que me hacía del conocimiento es que, precisamente, una base que existe en un poblado de Sinaloa, colindando mucho con Durango, donde se concentran fuerzas especiales del Ejército son los que cometen este tipo de violaciones, y me decía el general que desafortunadamente se las cargaban a él creyendo que eran las fuerzas regulares las que cometían este tipo de atropellos”, recuerda.

—¿Entonces, el general (Melo García) es una persona que respeta los derechos humanos?

—Pues sí, en términos generales sí, podría considerarlo así, cuando menos está abierto al diálogo, a tratar de solucionar los problemas.

Buena prensa

A pesar del expediente negativo en materia de derechos humanos, la partida del general Melo García fue lamentada por el Siglo de Durango, uno de los periódicos de prestigio de la región.

De acuerdo con la nota Ya se fue el general Melo García, publicada el 1 de julio de este año, el ahora comandante de la Novena Zona Militar fue abierto y mantuvo buen trato con la prensa.

“Su arribo favoreció un cambio en el periodismo policiaco duranguense, pues el jefe militar dio, desde un principio, apertura a las acciones realizadas por el Ejército e inclusive facilitó a los reporteros su traslado a diferentes puntos de la sierra para tomar nota de los aseguramientos”, según la nota de la Redacción http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/273741.ya-se-fue-el-general-moises-melo-garcia.html.

“En los operativos de alto impacto desarrollados en la capital del estado también mostró disposición para ofrecer la información, e incluso un resguardo de seguridad para los oficiantes de los medios”.

¿Quién es el general?

Moisés Melo García nació en el Distrito Federal y se graduó del Heroico Colegio Militar en 1971.

Nueve años después, adquirió el carácter de Diplomado de Estado Mayor, de acuerdo con la hoja de servicio proporcionada por la Secretaría de la Defensa Nacional en http://www.sedena.gob.mx/pdf/ifai/2009/enero_2009.pdf.

En la administración de Vicente Fox subió dos escalones más. En 2000 ascendió a general Brigadier Diplomado de Estado Mayor, cuando trabajó en la Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea.

Cuatro años después obtuvo su grado actual, que es el de General de Brigada Diplomado de Estado Mayor.

Su carrera lo ha llevado por cinco zonas militares. En 1998 estuvo en el cuartel general de la 23 Zona Militar, en Tlaxcala; en 2004 fue parte del Estado Mayor de la 35 Zona Militar, ubicada en Chilpancingo, Guerrero; al año siguiente pasó por el cuartel general de la 29 Zona Militar, con sede en Minatitlán, Veracruz.

En diciembre de 2007 llegó a Durango, a la Décima Zona Militar, estancia que se prolongó dos años y seis meses, hasta que recibió órdenes de trasladarse a Guanajuato.

El 1 de diciembre llegó a Culiacán como comandante de la Novena Zona Militar.

En 2007 recibió la Condecoración de Perseverancia Extraordinaria por 40 años de carrera militar ininterrumpida, la presea más antigua de la heráldica militar mexicana.

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